El obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez Lago, en su homilía en la parroquia nuestra señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, se ha dirigido al campesinado de esta zona, donde les ha recordado que sus derechos son innegociables, y a la vez a no perder la esperanza a un en medio de esta situación que se vive en Nicaragua.
Por otra parte, el obispo destacó la unidad y hermandad que existe entre los campesinos, “en el campesinado de abajo no hay división, los campesinos estamos unidos en nuestros principios de ser y estos principios son innegociables, los derechos del campesino unido no se negocian, no se mueven, estos están firmes en nuestra esperanza en cristo” expresó monseñor Alvarez.
Aseguro que son los campesinos quienes conocen cuando es el momento de la tierra para realizar la siembra, la recolección de frutas y verduras, y estos son expertos en depositar la semilla del maíz y el frijol, además de ser quienes conocen la hora exacta en la que hay que sacar del corredor lechero, la leche a los caminos y esta pueda llegar a su destino, el cual considera una labor sumamente importante para nuestro país.
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El jerarca católico, considera que todas las habilidades que poseen los campesinos, son dones de la sabiduría y que muchos letrados aspiran a tener, “en ustedes está la sabiduría de los sencillos que quisieran los entendidos de este mundo, nosotros estamos unidos y aunque los líderes no lo estén, el campesinado si lo está” refirió el religioso.
A su vez, monseñor consideró que, para los próximos comicios electorales del 07 de noviembre, hay que actuar con inteligencia al momento de ejercer el derecho al voto, de ser así, todos se expresaran con la voz y ejerciendo ese derecho en las urnas electorales marcando con el lápiz en la mano sin perderse ni confundirse, además instó al pueblo nicaragüense a mantener su fe firme en Jesucristo el cual les ayudará a luchar por una nueva Nicaragua.