Suspenden búsqueda de Mineros en Rancho Grande

#RanchoGrande #MinasLasBrizas #Notimatv

Mineros artesanales decidieron suspender momentáneamente la búsqueda de los más de diez guiriserros que supuestamente quedaron soterrados en la mina artesanal Las Brisas, en la comunidad Yaoska Rancho Grande en el departamento de Matagalpa, todo debido a que ningún familiar ha notificado la desaparición de un miembro de su familia.

Este sábado cumplieron más 24 horas de estar soterrados al menos una decena de güiriseros tras un derrumbe registrado en la comunidad Las Brisas Yahoska, Rancho Grande, en el departamento de Matagalpa. El régimen de Daniel Ortega una vez más se muestra desinteresado y sin capacidad de realizar la búsqueda de los mineros enterrados.

Es por ello que los lugareños de la zona decidieron en horas de la mañana de este sábado 19 de diciembre realizarlo de manera manual con las herramientas que cuentan, como son palas y barras.

Tras mas de 06 horas de ardua labor, ha eso de las 12 del medio día optaron por suspender momentáneamente las labores de búsqueda ya que consideran que de ninguna persona se ha hecho presente al lugar a reportar algún familiar desaparecido.

Si deseas leer: Derrumbe en mina de Rancho Grande deja al menos 10 güiriseros soterrados

“Ya trabajamos lo suficiente, una retroexcavadora trabajo el día de ayer, hemos ingresado al túnel y no hemos encontrado todavía a las personas, y además ninguna ha venido a reportar desaparecidos, es por ello que hemos decidido suspender la búsqueda” comento José Otoniel colaborador de rescate

Las labores de búsqueda se reanudarán en dependencia que se reporten desaparecidos.

Te puede Interesar: Cristiana Chamorro interpone recurso por inconstitucionalidad contra la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros

Si alguien reporta una persona desaparecida no organizaremos, pero si no levantamos todo y ya no continuaremos” manifiesta Wilfredo Huerta

 Lugareños acusan que las autoridades les han dejado solos en esta labor de rescate de sus compañeros, lo cual es indignante.

Redacción Carlos Andrés Montenegro Martínez