Las autoridades ecuatorianas confirmaron que el número de reos fallecidos en el motín registrado el martes 28 de septiembre se elevó a 116, siendo este el de mayor gravedad en la historia de ese país. El motín tuvo lugar en el Centro de Privación de Libertad Guayas N°1, conocido como Penitenciaría del Litoral.
A pesar de que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) informó el martes que había 30 muertos y 47 heridos, el miércoles, al momento de actualizar la información, la entidad anunció más de 116 víctimas fatales, muchas de ellas decapitadas, y al menos 80 personas lesionadas. Esta sería la revuelta más sangrienta del año en este país, que sufre una crisis penitenciaria.
De acuerdo con el comandante de la Policía en el puerto de Guayaquil (suroeste), el general Fausto Buenaño, reportó que las decenas de víctimas sufrieron “impacto de proyectiles de armas de fuego y también por granadas” y que hubo amotinamientos en varios pabellones.
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La violencia ha pasado a ser permanente en los reclusorios del país –de 17,7 millones de habitantes– y donde los decomisos a los detenidos incluyen fusiles y granadas de fragmentación.
La fiscalía señaló que entre los heridos se encuentran dos policías y que “la lucha por ostentar el poder al interior de la Penitenciaría del Litoral, y la intención de parte de las autoridades de trasladar a los cabecillas de organizaciones delictivas a otros centros penitenciarios del país, habrían sido los detonantes de los enfrentamientos”.
Fuente: Semana