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El grupo con el que viajaba el joven estaba compuesto por otros ciudadanos nicaragüenses, dos de Wiwilí, Jinotega, tres de la Trinidad, Estelí y tres de procedencia guatemalteca, según relató Hernán Valladares, quien fue el único sobreviviente de la masacre y tío del joven Martínez.

Los parientes de las niñas intentaron socorrerlas en el momento y decidieron trasladarlas a un hospital. En el camino se encontraron con unos paramédicos quienes las auxiliaron, pero solo confirmaron las muertes.

El jefe de Bomberos del estado, Jimmy Patronis, dijo a CNN que los rescatistas siguen buscando sin parar a cualquier sobreviviente entre los escombros del edificio que colapsó parcialmente.