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Una de las fiestas más populares de Nicaragua se celebra hoy, 7 de diciembre, con la festividad del Día de la Gritería, una tradición de origen religioso, vigente desde hace varios siglos, que llegó al continente iberoamericano de la mano de la orden religiosa española franciscana.
El origen de esta efeméride data del año 1524, cuando se produjo la evangelización de un grupo de franciscanos que habían sido congregados en el Convento y Santuario de San Francisco de Asís en la ciudad nicaragüense de León.
En homenaje a la Virgen María Inmaculada, más conocida como Purísima, los más devotos — alrededor del 58 por ciento de la población nicaragüense son católicos– se entregan a ella con oraciones y peticiones durante los días 28 de noviembre y 8 de diciembre, ya que es la patrona de Nicaragua.
La jornada más especial de todas es la Gritería. Miles de personas se movilizan hoy hacia las principales ciudades del país para acudir a procesiones, venerar altares luminosos y cantar a la Purísima.
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Este año se celebrara “en un ambiente especialmente familiar”.
El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, llamó a los creyentes católicos, mayoría de nicaragüenses, a evitar multitudes para prevenir la covid-19 en las fiestas de fin de año, que en el país centroamericano comienzan en noviembre y giran alrededor de la Virgen María y su hijo Jesús.
“Como comunidad cristiana y con sentido de responsabilidad, no realizaremos las procesiones, caravanas vehiculares, pastorelas, pases y otras actividades que impliquen concentración de personas, ofreceremos estas limitaciones circunstánciales con espíritu penitencial implorando el fin de la pandemia”, dijo el cardenal.
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Brenes recomendó que las actividades en honor de la Purísima Concepción de María y del Niño Dios, a partir de noviembre próximo, se celebren “en un ambiente especialmente familiar”.
Redacción: Carlos Andrés Montenegro Martínez
