A partir del 2007 el beisbol en Nicaragua, comenzó a monopolizarse por parte del gobierno de Ortega y Murillo, donde podemos ver estadios con nombres de políticos, equipos patrocinados por alcaldías.
En el deporte nicaragüense el béisbol ha sido uno de los más practicados a nivel nacional por la ciudadanía, aunque no seamos potencia a nivel mundial, pero en ciertas etapas de la historia hemos dado destellos de grandeza, como por ejemplo la victoria sobre Cuba en Béisbol en el año 1972, el juego perfecto de Dennis Martínez en las grandes ligas, las participaciones de la selección de béisbol a nivel internacional, donde se han obtenido medallas de bronce, y oro.
Hay quienes consideran que el gobierno de Ortega y Murillo ha dado gran apoyo a este deporte haciendo grandes inversiones tanto en infraestructura y la parte de los atletas deportivos.
Por consiguiente se puede considerar que a raíz de estas acciones del gobierno de Nicaragua ha monopolizado el deporte nacional y el béisbol es uno de ellos, donde la ambición y los intereses de ellos mismos y su cúpula están por encima de la mayoría, a lo cual este deporte ha perdido la esencia que le caracteriza de ser un deporte para la distracción de las familias nicaragüense y no para fines políticos y económicos.
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En la actualidad las directivas de los diferentes equipos no tienen autonomía, ya que antes de tomar decisiones deben ser consultados desde la cúpula gubernamental.
Un ejemplo claro es con la situación grave de salud que atraviesa el país , como el covi-19 donde muchos los peloteros de beisbol mostraban su inconformidad de no querer seguir jugando por temor a contraer el virus, pero por lo antes mencionado no tienen voz ni criterio para alzar su reclamo por temor a ser despedidos y dados de baja en su equipo.
También se puede hacer mención cuando este medio de comunicación realizaba transmisiones deportivas en el Estadio Chales Solís donde tanto los medios de comunicación y los equipos sobrevivían a través de patrocinios, pero en la actualidad, se realiza a través de los impuestos de los nicaragüenses, pero con un interés propio no de los aficionados.
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Es por ello que lo correcto las directivas del deporte sean independientes al Gobierno. Donde ellos tengan sus criterios propios y no tener que seguir orientaciones desde arriba. Deportistas con una dignidad inquebrantable donde no dejen pisotear sus derechos ni deberes que les otorga la Constitución.
Redacción: Carlos Andrès Montenegro Martínez